domingo, 14 de diciembre de 2008

La bajada de reyes

Una huevada escolar.
Así es como catalogaría a una de las cosas que me costaron uno de los peores regaños de mi vida. En realidad, hubiese sido peor si no fuera porque mi mamá estaba ahí en el momento en que tuve que dar la noticia de la magistral, monumental, genial y siempre bien ponderada "bajada de reyes", pasaré a contar la historia del demonio.
Sexto de primaria, último año de sentirse menor, de estar marginados por la sociedad seudo adulta, los que pretendían serlo y los que lo eran. A decir verdad, nosotros ya no eramos tan niños, estabamos esperando a que se acabara el año para pasar por fin al "colegio grande" donde estaban los grandes y sentirnos por fin alumnos de secundaria, sin incómodas loncheras, ni besitos de despedida de la mamá, ni movilidad en la puerta del colegio a la salida ni nada de esas mariconadas a las que las mamás nos someten por buena parte de nuestras vidas, pero no éramos tan niños porque ya teníamos enamorada o jugábamos botella borracha en el salón o empezábamos a ir a fiestitas de cumpleaños -aunque nunca tan perdidos como ahora- a reuniones en casas, pero como puse, empezábamos, o sea teníamos que estar o con nuestros papás o con la mamá de tal amigo que previamente cada mamá había llamado para confiar al retoño en sus manos, etc, etc -qué jodidos que son los viejos cuando uno es chibolo-, y a pesar de todo, ya nos sentíamos grandes, o lo que era peor, queríamos crecer a la fuerza.
Había sol, era una mañana de diciembre, casi fin de año y nada de clases, porque sí, uno paga diciembre en el colegio, por las huevas, porque no haces absolutamente nada más que jugar al amigo secreto con la amiga de tu amiga y planear cómo será tu verano, entonces el colegio -en cualquiera de sus niveles- se vuelve una especie de Club Nacional, donde se va a planear, a quedar, a tontear, se va a cualquier cosa, menos a estudiar.
(Lamentablemente tengo que recordar los exámenes, en fin, no todo es relajo en diciembre, pero si tienen en cuenta que algunos ni estudian y plagean con la conciencia mas sínica del mundo, entonces si es un mes redondo. Ok, perdón por los que no están en ese rango, para todos hay, los que sí estudian, se amanecen, se estresan, les salen granitos, barros, espinillas etc, y jalan: La vida es la injusticia hecha proceso)
Estábamos en el último salón del primer piso, cerca a los baños y a la escalera que llevaba al segundo piso, éramos algo así como el salón imposible, todos los profesores tenían miedo de entrar a nuestro salón...bueno, miedo tal vez no, más bien displicencia, apatía, desgano, abulia, esa mañana no había nadie en nuestro salón y para variar habíamos ido casi todos, era un juergón, una barahúnda, un bacanal hecho por nosotros mismos. Recuerdo que había una radio, hubo antes un compartir, tal vez mentí al decir que fue a las 11 de la mañana, probablemente fue mas tarde pero no antes de la una, hubo chizitos, papitas, galletitas, gaseositas, mamás alcahuetonas, mamás que querían sobresalir, hijos caprichosos, profesoras chismosas, y lo principal y el núcleo base de esta magnánima historia de desbande escolar: El nacimiento.
El comité de madres había acordado poner en el salón un nacimiento por las festividades navideñas, definitivamente al principio la oposición fue rotunda y no se llegó a ningún acuerdo, pero posteriormente, luego de que sendos profesores entraran a exhortarnos sobre la importancia de el nacimiento en la vida cristiana del hombre y la relación de las enseñanzas de Jesús con la conducta del ser humano, llegamos a un acuerdo, cuidaríamos el nacimiento como si fuera nuestro - olvidé contarles, mi colegio era católico, apostólico, romano, el director era un monseñor y rezabamos rosario en todas las formaciones, demonios-. Eso fue algo que en parte nos hizo más responsables, ayudamos a armar el nacimiento, lo adornamos, sentíamos la navidad como todos los niños casi púbers pero también sentíamos desde ya el bicho del juerguero, parrandero, chonguero y maletero de la vida, de lo que poco a poco fuimos haciendo metamorfosis.
Esa mañana todos salieron. Nos abandonaron. Nos dieron las alas.
Tal vez esto nunca hubiera pasado si las profesoras no se hubieran ido a hablar y a tomar el té (a las 12 de dia las muy pacharacas) al tercer piso, en la sala de profesores; el salón era nuestro.
Subimos al máximo el volumen de la radio, en realidad sonaba un casette de los cádillacs (ya entienden ahora por qué amo a los cádillacs), mal bicho, o matador, una de las dos canciones eran, el salón era una discoteca de miraflores un sábado en la noche, hasta dónde éramos tan lornas que recuerdo que uno de mis compañeros dijo "apaguen la luz!", pero vaya, con qué ganas lo grito, y todos los borregos asentimos, si! si! apaguen la luz!, bola de enanos poco pensantes, de qué demonios serviría apagar la luz si afuera tienes un sol de 25 grados y más luz que en una sala de operaciones de clínica ficha, éramos el chiste hechos persona.
Apagamos la luz, y nos pusimos a bailar, entre todos, pero antes de explicar todo el proceso de sandungueo, debo explicar la ubicación geográfica del nacimiento en cuestión.
Parte central del salón -sólo por ese día, por el compartir- en la dirección del pupitre de la vieja, perdón, de la tutora que dicho sea de paso, era profesora de matemáticas y me caía como comer pastel de papa y adobo de pollo en navidad a las 2 de la mañana- justo adelante de la pizarra, como mirando todo el salón, y felizmente que no estaba el niño Jesús aún porque tal vez hubiera salido corriendo y diciendo "Herejes!paganos!pecadores!fariseos!", el tema cambia ahora, ya que se ubican un poco; estábamos bailando todos en el centro del salón, algunos subiéndose a las carpetas, extasiados por la música genial de vicentico y su gente, cantábamos, nosotros no creíamos en nadie, el colegio era nuestro.
Pogo. Ahí fue mi primer pogo, sin saber exactamente qué demonios era eso.
Hicimos una especie de círculo con todos los compañeros de salón, saltando y cantando, pero poco a poco se salió de control, y empezamos a patearnos, pegarnos, codearnos, etc, obvio, las mujeres ya habían salido y sólo veían nuestra última estupidez primariosa. Éramos una horda que se golpeaba sin razón, y encima, se reía de lo que pasaba, de repente sentí una fuerza que vino de atrás, Ezequiel y Facundo estaban conmigo en el chongo, se tropezaron, y fuimos cayendo de a pocos, en cámara lenta, como en las películas de acción en las que suspenden el tiempo, yo estaba más cerca al nacimiento, de pronto, apareció -como para complementar mi desgracia- una pelota y encima, tamaño oficial, la comenzaron a patear, estabamos totalmente desequilibrados y facundo se cae a un costado, ezequiel trata de apoyarse en mi y a mi me estampan la maldita pelota en la cara.
Knok out.
Me hundí con pelota y ezequiel en el nacimiento como si fuera un rey mago caído del cielo, o mejor dicho, caído del chongo, no medí y me llevé -bueno, nos llevamos ezequiel, la pelota y yo- el nacimiento de lleno, solo recuerdo que desde el suelo pude ver a Melchor volando hacia la cara de pierina, a Gaspar en el plato de chizitos y felizmente baltazar, el más fuerte de los reyes desde aquel momento para mí, no le pasó nada, es más, ni se movio. Cuando pude reponerme un poco, me di cuenta de que tenía una vaca en mi pecho, de que ezequiel estaba encima de un corderito y así, el salón aparte de ser un chongo gratis, se convirtió en un zoológico gratis, con animales de yeso, y por qué no, de verdad también.
-Uyuyuuuy!-Gritó el salón al unísono
-ya ya cállense, vamos a armarlo, ya pues, ayúdennos-dije con desesperación.
-Uziel ha sido, uziel!
-Ezequiel cállate, hemos sido todos, hemos estado ahí todos.
-cuál todos oye, yo no qué te crees.
-ya, eso después, armémoslo.
-qué brutos oye.
Las piezas estaban rotas por el impacto, el nacimiento estaba hecho trizas.
-La miss, la miss!ahi vieneeeeeeeeeeeeeeeeee
-pongan rápido, ordénenlooooooooooo
El bullicio había sido increíble que se escuchó hasta arriba e invadió el té de tías que había en la sala de profesores.
-Qué ha pasado aquí- La vieja con la voz gruesa y la cada de perro rabioso que nos aterraba.
-nada miss, se cayó el nacimiento, pero soliiiiito mis, se lo juramos que soliiiiiiito-dijo pierina.
-aaah, conque solito no? díganme quién ha sido, o todos castigados, nadie sale hasta que no me digan.
-Miss, fueron los hombres, estaban empujándose y a uziel le cayó un pelotazo en toda la cara, no lo ve distinto? se la arreglaron de paso.
Medio salón se rió de mi cara roja y mi verguenza.
Nos interrogó a todos los hombres y solamente tres fuimos los perjudicados: Ezequiel, Facundo y yo.
Fui la desesperación hecha persona. Porque encima de la regañada fatal, teníamos que pagar el nacimiento y nos iban a bajar dos puntos en conducta, era un abuso, teniendo en cuenta de que mi promedio de conducta siempre oscilaba entre el 12 y el 12 y el 12...y así, iba a jalar conducta y en mi casa me iban a quitar todo. Eso no lo podía permitir.
Citaron a mis viejos, yo llegué a mi casa con la citación. Primero le conté a mi mamá y puse mi de vuelve el perro arrepentido, le dije que no lo quize hacer, que me empujaron, mi mamá lo entendió un poco más, pero igual me regañó, ella se encargó de mi papá: Por favor no le grites mucho, es solo un niño entiende! es una travesura, etc etc. Me he dado cuenta de que las mamás para calmar las situaciones difíciles de sus hijos son geniales. Papá se enteró y hablamos los tres, me regañaron terrible, me quitaron la televisión, el nintendo, la radio, todo, era un hongo sin vida, una tortuga abandonada a su suerte y encima, sin lechuga.
Pero después de la tormenta, siempre llega la calma. Bueno eso creo. Al menos calma para mi porque para mi papá no fue así, no recuerdo cuánto tuvo que dar para pagar parte del nacimiento pero sólo sé que después me dijo: Si vuelves a hacer otro chistesito como ese, te desheredo. Al final compraron un nuevo nacimiento, pero ya nadie se le acercaba ni siquiera para mirarlo de lejitos, pero no entendí nunca el porqué de tener un nacimiento en el salón si ya había uno inmenso en el patio central del colegio, y el porqué de comprar otro si faltaba menos de dos semanas para acabar clases. En fin, las viejas quisieron relucir, y lo hicieron.
Esa fue mi última travesura de primaria, aunque a decir verdad, fue travesura a medias porque no la planeé, solo pasó y tuve la mala suerte de estar en primera fila y ser el protagonista del escándalo, casi como siempre. El 6to de primaria "B" no tuvo su bajada de reyes en enero, sino, en diciembre, y me siento muy orgulloso de eso, al final no me arrepiento, es más, si volviera a tener esa misma edad, lo hubiese vuelto a hacer, pero ahora si premeditadamente, pero tal vez no con el nacimiento, sino con las profesoras o maestras o mises o lo que fuere que se pare delante mío a poner una cara aciaga y vetusta y a dictar cátedra de algún curso. Siempre fui algo rebelde, pero más de pensamiento, por esos años, fuimos un buen grupo, descubrimos muchas cosas y aprendimos y fuimos amigos, esos son recuerdos que jamás se van a borrar de la memoria.
Y ya me voy, porque ya parece discurso de reencuentro de promoción de colegio ficho.
Qué carajos.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Extrañando miraflores

-Salí con mi ex.
-¿Qué?
-Salí con mi ex.
-...
-Déjame explicarte, yo...
-Ya fue, ya fue...
-Es que, no en serio, quiero explicarte no quiero que pienses mal,solo...estoy confundida.
-ah, confundida, qué bien.
-lo siento, no quise.
-qué mierda, da igual, chau.

Colgué el teléfono, molesto, porque no había terminado de digerir la idea de saber que la persona con la que estaba había salido con su ex...yo me pregunto, ¿las mujeres lo hacen a propósito o qué carajos? porque no termino de entender esas posiciones, "no amor, portate bonito, no hagas esto, el otro, estoy pensando en ti siempre", bah, al final es igual, al menos en ese momento lo sentí. Me volví a acostar algo triste, prendí el mp4, sonaba bitácora. Era la depresión total, era el semblante de un emo pintado de negro en el borde de un precipicio, aunque la música no lo haya sido tanto.

filosofé sobre las mujeres, Dios, cómo cuesta entender siquiera algo de ellas.
porque primero dicen algo, y a las horas salen con algo totalmente distinto, dibujan algo con una mano y con la otra lo llenan de paja y aserrín y barro, porque son cincuenta veces más bipolares que yo y que mi tortuga. Mujeres que leen esto, me pueden explicar ¿por qué demonios tienen esa capacidad casi infernal de construir el castillo de naipes más alto y más difícil en tan poco tiempo y mandarlo todo a la marchanta (usaré el término argentino que usa andrés calamaro en una de sus canciones) en menos tiempo aún?, no se si lo hacen conciente o inconcientemente, pero lo que si se, es que de alguna u otra manera a los hombres les afecta mucho, aunque se hagan los suecos, los fuertes, los que nada les afecta, si perro a tí te digo, tu que dices que eres el más más, ¿o me vas a decir que nunca te has puesto mal por una mujer?

En fin, tal vez se sufre por igual, o tal vez los hombres sufrimos más, pero somos más discretos, o quién sabe, lo único que se es que es una total mentira el que las mujeres son más fuertes que los hombres (con esto no quiero decir tampoco que sean más débiles), porque claro, en este caso, le pudo haber dicho a su ex que no, y listo, que se iba sola o que no podía aceptar la invitación, pero lo hizo y es suficiente como para saber dos cosas:
Número uno: que las mujeres son volubles y más bipolares que mi tortuga y yo. (tal vez mi tortuga es menos bipolar que yo)
Número dos: que uno siempre tiene un amor con el que idealiza la perfección de una relación.
Probablemente ella lo tiene, y no lo quiere aceptar, probablemente yo lo tengo, aunque de eso no estoy muy seguro, solamente se que ayer se me vino a la mente su imagen y pensé más y extrañé más su manera de ser, hubiera querido que esté ahí, aunque sé que estuvo con el pensamiento...me timbró al celular.

A veces, uno también espera a la persona, qué se yo, porque está lejos o porque sencillamente no es el tiempo, pero aún así la sigues amando y extrañando, eso fue lo que pasó, la pregunta es...
¿Todos tienen un amor al que no han podido olvidar aunque digan que si?
probablemente si, y si no lo tienen, es porque aún no lo han conocido, o no se han enamorado por completo, en todo caso ahí está la pregunta.

Esta fue por ti perro, a veces encuentras masa para preparar pan en el lugar menos esperado.

martes, 9 de diciembre de 2008

Pateando Nubes

Eran las 8 de la mañana. Es realmente inusual levantarme a esa hora, y claro, más aún si casi no hay actividad alguna por hacer. La voz de mi vieja, retumbando como si fuera un parlante en estéreo con sonido HI-FI incluido y sonando en la 5ta octava de nota musical: "Uziel, levántate, ya báñate, ¿no tienes que salir?", mis ojos se fueron abriendo rápidamente y me puse en pie para ir al baño. Por razones obvias no contaré al detalle lo que pasó posteriormente a eso, porque no es necesario y porque son cosas tan comunes que no valen la pena.
Salí, con algo de prisa y tomé el primer micro del demonio que pasó, a la mierda, detesto los micros porque siempre o hay música tan mala o todos van apretados como sardinas en un espacio pequeño. Cruzé la Javier Prado en aproximadamente una hora y desemboqué por Sánchez Carrión para llegar a La Marina. Genial, mientras veía las calles, las avenidas, se me ocurrió la gran idea de que por qué no se puede hacer un concierto en plena avenida Javier Prado, total, si lo hacen en la 9 de julio en Buenos Aires, por qué aquí no; en fin, son idioteces que uno cataloga como grandes ideas, pero que solo pueden ocurrir cuando uno viaja más de una hora sentado como un hongo en un micro que va más lento y salta más que un carro del año de mi bisabuela.
El tema es otro, lo sé. Se preguntarán a dónde demonios estaba yendo tan campante hace algunos días, bueno a la casa de clarita, una amiga que no veía hace muchísimo tiempo, pasaré a explicar:
Estaba en el mesengger como todas las noches (y debo decir acaso todas las tardes, todas las mañanas, todos los días) hablando solamente con tres o cuatro personas, eran casi las 2 de la madrugada, cuando veo que una ventana se abre: "Clarita Negrita, dice:...", mi sorpresa fue grande porque bueno si el no vernos hace mucho tiempo ya era bastante, pues el hablar era algo casi raro, no hablábamos mucho, casi nada en realidad.
-Hola Uzielito, a los años pues...
-Clarita, mira tu, como estás?
-Bieen!oye, mas tarde puedes venir a mi casa, hace tiempo que no me visitas...
-(uuuuuuuuuuuuy) ehhh probablemente, tal vez si pueda (haciendome el interesante)
-ah bueno si puedes me avisas, como hace tiempo no nos vemos
-ya! voy genial, no hay problema, a las 3 de la tarde estoy en tu casa, primero tengo que pasar por la casa de un amigo a recoger un par de discos de maiden.
-perfecto, me voy, mas tarde hablamos Uzielito, un beso.
Fui la incertidumbre hecha persona, porque no ver años a Clarita me dejó muchas preguntas en la cabeza, de por sí, el pensar en que pasó algo entre nosotros cuando teníamos tiernos 17 años me trajo muchos recuerdos, el hecho es que no volví a verla en mucho tiempo, solo alguna vez en alguna discoteca barranquina cuando por casualidad nos encontramos, pero un encuentro cercano en donde hayamos conversado y tomado algún café o una gaseosa o un chup de gelatina nunca hubo. (Si, chup de gelatina, ¿algún problema?)
Me quedé pensando toda la noche en las cosas que pasaron, pero también me pregunté,¿ no será que yo soy demasiado mal pensado y veo cosas donde no hay?, demonios, es un problema porque siempre tendemos a pensar las cosas así, ¿no te ha pasado perro? SI! a ti! a ti te escribo, que cada vez que una mujer te dice que la visites estás pensando en cochinadas, morbosidades y se te viene la primera canción de reguetón con la letra mas sexual de la vida, y piensas y maquinas en cómo la "harás" pero a la hora de la verdad, nada pasa, pues bien, conmigo fue todo lo contrario.
Bajé en la avenida La Marina y caminé algunas cuadras hasta la casa de Clarita, salió, me abrió la puerta, me hizo pasar y me dio un abrazo enorme, enorme, como de dos amigos que no se veían un tiempo larguísimo, le dije, qué bien que estás, te veo muy linda, ella correspondió, a decir verdad, no lo dije de paporreta, la vi muy guapa, atractiva, había crecido, había cambiado, estaba muy simpática. Subimos a su cuarto y empezamos a hablar de todo, de lo que nos había pasado, de los estudios, de todo, incluso hasta nos dimos tiempo para hablar del amor. Ella estaba sola, yo también, solo me contaba que tuvo alguno que otro enamorado, pero nada formal, nada serio. De pronto salimos a comprar algo para comer y ya en la tienda vimos la tentación: una botella de vodka.
-¿Qué rico es el vodka cuando lo tomas después de tiempo no?-le pregunte con evidente gusto.
-si, me encanta.
hubo un silencio obligado...
-¿y si jugamos yo nunca?- soltó la pregunta de un momento a otro.
-genial, juguemos.
Empezamos el juego y en casi media hora estabamos recontra empilados y hablando de todo, felices por el reencuentro.
me acerqué. sentí atracción. la besé.
me gustaba, en ese momento me gustó mas que nadie en el mundo.
carajo, no fue el trago, se los juro. no fue el trago.
La vi preciosa, atractiva, y ella me correspondió el beso, estábamos en su cuarto, y así besándonos nos tumbamos a la cama. me jalaba el cabello. eramos dos personas invadidas por la líbido, nos gustábamos, era la pasión de tanto tiempo, y repito, no era el maldito trago.
Lo digo tanto porque cuando se los conté a mis amigos me dijeron..."Ah no huevón, a ti el trago te pone como la malta polar...te pone oso brother", no me creían, pero en realidad daba igual, yo la seguía besando, le quitaba el polo, descubría cada lunar en su cuerpo, y seguía igual, como a los 17, que lo hicimos por primera vez, aunque ahí tenía aún el cuerpo de adolescente, ahora estaba mucho más desarrollada, me encantaba, era toda una mujer. Seguimos tocándonos, más aún, nos gustaba, me pedía más y yo también, poco a poco nos envolvimos más y más, lo estábamos haciendo, sentía su sudor, su respiración, fue demasiado bueno, como se lo conté a mis amigos, "Fue uno de los mejores polvos de mi vida, va al top ten gente..." , estaba todo riquísimo, como nunca, pero como siempre Uzielito es la suerte andante, los dos sentimos sonidos de llaves...
-Puta madre Uziel, mi hermana!!!
-Y ahora???
-Y ahoraa?, todavía preguntas?, ponte la ropa mierda, apúrate antes de que suba!
-Y esto?, me voy a quedar asi? (puse una cara de tristeza que conmovió mucho a Clarita)
-Ya, ya, después la seguimos, yo también tengo ganas, pero cámbiate y saca las revistas que tengo abajo de mi cama.
Me levanté como si tuviera un resorte en la espalda, a buscar mi ropa, y felizmente, como soy tan ordenado hasta para eso, la había juntado en un solo lugar, me cambié en cuarenta y cinco segundos, los conté (qué imbécil) y Clarita había entrado al baño se había arreglado velozmente y volvió al cuarto. Al parecer su hermana pasó primero por la cocina antes de subir al cuarto, tardo poco menos de cinco minutos, subió y se sorprendió al verme, me saludó y se metió a su cuarto, no hubo más aspavientos.
Yo estaba aún con ganas y al ver la puerta del cuarto de la hermana cerrada, no lo pensé dos veces y quize continuar, nos volvimos a besar, y nos ganó el instinto, estuve encima de ella, besándola, sintiendo su riquísimo piercing en la lengua y volviendo a la carga con todo..."contra el burro" como dice la canción, y sentimos que se abre una puerta, Clarita se voltea, y la mira, su hermana nos vio, era extraño, eramos la verguenza total, nos había visto, ¿y ahora?, pues esperar, cogimos una revista y nos pusimos a conversar bajito, tensionados, esperando a que su hermana salga del baño y nos diga algo. Ella salió, entró al cuarto y dijo "Clarita, voy a usar la computadora", tenía un tono algo serio, ¿nos habría logrado ver? probablemente si, pero total, no importaba, nosotros rompimos el hielo preguntándole sobre las impresoras y lap tops que estabamos viendo en la revista, y ella respondió normal, sonaba en la computadora algo de diazepunk, o difonía o una de esas huevadas que escucha Clarita ( huevadas que dicho sea de paso, también me gustan) y con el pasar de los minutos se fue cerrando la tensión.
Llegó la hora de irme, y de ellas también porque tenían que salir a comprar cosas para comer, genial, la duda sería si al despedirme diría algo, en fin, caminamos los tres, íbamos con los ipods prendidos y escuchando solo con un audífono, caminando, algo confundidos, hablando de cosas vagas...
se me vino a la mente la imagen de Clarita. Levanté la cabeza al cielo y dije "Va a llover".
las nubes estaban cargadas, fue un día cargado.
pero me encantó. ya casi eran las 7 de la noche, un poco menos que eso tal vez...
me volví a ver a Clarita, me vió, me sentí su cómplice y nos reímos. Sabíamos que en mucho tiempo no nos íbamos a volver a ver, aunque desearíamos congelar esas casi cuatro horas que pasamos juntos..."pateando nubes" me oí decir, "¿Pateando nubes?, es un nombre interesante", dijo Clarita. Claro, era interesante, pero lo que tal vez nunca supo, fue que lo dije porque sentí que estaba arriba, pero que nunca pasó, que en vez de dormirme en las nubes las terminé pateando...aunque me haya dado más de una buena razón para escribir esta historia tan pendeja de la amiga, y la hermana de la amiga, que me hizo patear las nubes y hacerme quedar a medias.
¿Alguna vez los ha jodido la hermana, la prima, la sobrinita curiosa o el ladrido del perro?, ¿No hay cosa más jodida no?...

lunes, 8 de diciembre de 2008

Abril para los tres

abril para los tres,
tiritan los recuerdos
aquel trueno del cielo
me ciega en silencio.
abril para los tres,
la lluvia es tan prolija
como las aves del oeste
no vuelan todavía.
abril para los tres,
me quiero ya morir
no encuentro los colores
mi vida junto a ti.
abril dice que no
los tres ya somos dos,
morir en el pantano
con recuerdos en la mano.
abril para los dos
y huyen los vestigios,
la luna ya no canta
el último camino.
abril para los dos
no hay primavera aquí en el infierno
todo es tan gélido
y el cielo me quema con sus llamas
abril y se mató.
ahora solo uno queda
se suicidó primero su melancolía
abril ya lo sabía
fue muriendo la agonía y vinieron esas almas
siempre las vio cuando sufría
hubo cantos en el cielo y quemaron corazones
solo queda uno solo.
abril para uno,
solo para uno
como siempre todo siento
se reduce todo a uno y se queda solo,solo.
abril para los tres,
se murieron con el tiempo
un puñal en mi garganta
y el sueño de un poema
los vi a los tres,los vi.
abril para los tres,mustios vuelan mis pesares
cada día sueño un poco
!ya murieron mis tres abriles!
y despierto y ahí siguen
me atormentan,siempre vuelven
!ay abriles,cuando mueran,fiesta habrá en la taberna!
porque ahí quiero matarlos
uno a uno,o que se maten,
para no sentirme tan culpable
ni que me apresen por asesino.
abril para los tres,
y los tres se pueden ir
faltan dos minutos y me muero,
y aun no se muere nadie,
aun no se muere nadie.

Estado Híbrido

Se podría decir que estoy en estado híbrido...
el hecho es que a veces ni yo mismo me acuerdo de qué demonios es eso.
bah, hago el intento, me paro, me siento, y de pronto tengo arranques de felicidad.
me acuerdo de cosas buenas, me gustan las cosas buenas, me hacen sentir bien.
- Oye, tu, estúpida tortuga, por qué me miras así, y después me volteas la mirada?
-No se, a veces tengo problemas contigo, y a veces solo quiero verte...
-Qué curioso, pero me gusta hablar contigo, te puedo contar todo.
-ah, y pensar que aún me faltan cien pasos para llegar hasta tu puerta, supongo que mañana llego.
Esto precisamente es algo bueno: poder hablar con mi tortuga. Eso me pone algo alegre, porque nunca se molesta a pesar de que recibe insultos, gritos, y todo tipo de adjetivos no muy favorables. Pero el problema viene cuando de pronto siento ese aire frío, la sensación de sentir demasiado, las ganas de apretar los puños y golpear fuerte.
Me vinieron los malos recuerdos...
me abstraigo,
me inhibo,
escribo canciones, veo a la tortuga, aún no llega a pesar de que no está tan vieja, es como sentir que no hay nadie, pero está ella, me mira, sabe lo que tengo, sabe mi estado, pero le sorprende que haya cambiado así de rápido...maldita sea, soy bipolar y tengo como mejor amiga a una tortuga que me habla, y que, en el fondo, me hace sentir bien...
ese soy yo.
y si no les gusta, los acusaré con la tortuga.
he dicho.