lunes, 31 de agosto de 2009

Homo Chivens

El hombre es un ser social por naturaleza. El hombre no ha nacido para estar solo, es parte de una sociedad, necesita relacionarse para lograr su desarrollo. El hombre es un animal social. Un social animal. Un animal en escencia. Un completo animal.
El hombre no puede vivir solo, no era bueno que esté solo, por eso han puesto a la mujer. Hay dos vertientes para esta teoría: La Religiosa y la Científica.

La religiosa dice que la mujer salió de la costilla derecha del hombre, es por esto que, como el peruano promedio de por sí es muy religioso (ya sea católico, ecuménico, testigo de jehová o de pare de sufrir) no tiene su enamorada, sino tiene su "costilla". Probablemente no hayan reparado en este dato y sea algo que inconcientemente todos lo tengan porque gracias a los españoles el promedio peruano siempre anda de rodillas o adorando a alguien, por eso somos tan zalameros, tal vez.
No entremos en estas vagas consideraciones, vayamos al punto neurálgico de la presente epístola, si quieren llamar a este mamarracho, de alguna manera.
La otra vertiente es la científica, que dice que el hombre y la mujer decienden del mono, del gorila, del chango, de como quieran llamarlo. No precisa con exactitud el origen del hombre y la mujer y su diferencia en el ámbito sexual, en fin, da igual cualquiera de las dos.

La mujer fue creada para la compañía del hombre. La mujer nunca debe participar en la política según platón; pero platón guardaba un secreto con el que se daría inicio a una revolución, la más grande de todas las revoluciones que se ha dado sobre la faz de la tierra, la llamaré "La Revolución del pipilín invertido".
Platón decía que las mujeres nunca deben participar en la política, no porque sean inferiores, sino por envidia.
Platón era un gordito envidioso. No le decían Platón por su ancha espalda, sino porque en realidad tenia cara de plato grande, pero finito. Platón era finito. Yo sé que él fué el primer "homo chivens" de la edad antigua, la historia comienza por él, gira en torno a él.

Es así como filosóficamente se inicia la etapa del despertar sexual en una teoría más compleja a la que llamaré "La teoría de los orígenes del homo chivens: Una nueva manera de ver la mariconada desde un punto de vista filosófico"

Así empezaron los grandes a ver las cosas distintas: Los pajaritos de colores, las maripositas con lucecitas destellantes, las florcitas amarillas. Así se vieron atractivos y se gustaron hasta llegar a lo que son ahora: Un fenómeno social. Pasaré a dar algunas características de un claro homo chivens:

-El homo chivens es un ser social por naturaleza y por naturaleza es invertido.
-A este ser no le importan las mujeres porque estas persiguen a sus hombres, y no les dejan nada, son envidiosas (o envidiosos o término medio) y resentidas, solo interactúan con seres de su especie.
-Son de especie indefinida, algunos les llaman cabros, otros gays, otros maricas, otros rosquetes, no se alarme, si lo llaman así en la calle siéntase orgulloso de pertenecer a un fenómeno social que tiene miles de años de antiguedad y que tuvo su origen en un filósofo gordito que le gustaba la cochinadita.
-El nombre científico de la especie es "Homo Chivens", que proviene de las voces Homus, que significa Marica y Chiveines que significa Tú. O sea el homo chivens no es mas que un marica tú.
-Siempre escuchan musica lentita, usan lentes y cuando se enamoran pintan estrellitas color azul o verde y las pegan en sus paredes para recordar a la persona amada, que por lo general es algún muchacho apuesto o algún feo con plata.
-Dentro de las profesiones predilectas de esta especie está la de doctor en peluquería con especialidad en peinado y laciado japonés, porque se mueren por tocar cabellos, como ya mencioné líneas atrás, el impulso primigéneo que promueve la más álgida pasión de inquina en el homo chivens es La Envidia, por eso se pasan envidiando el cabello y las cejitas perfectas de sus eventuales clientas.
-El homo chivens se clasifica en: El Asolapado, El Medio Rosquetito y el Profundo.

El asolapado es el más común, el que nunca dice nada, el que en cada fiesta tiene un promedio de 4 aventuras y el más popular con las chicas, necesita rodearse de mujeres y sentirse un toro de lidia para que no sospechen que se le moja la canoa.

El Medio rosquetito es el de los ademanes, el de las manos en la boquita, el de las miradas tiernas, la quiñadita de ojos, las manitos perfectitas, el que cuida su cuerpo, se baña con leche, se peina y se plancha el cabello, el que hace muay thay todos los días para mantenerse en forma, el que corre 5K todos los días, el que nunca toma cerveza en vaso de plástico, el que fuma kent porque el marlboro muy fuerte, el que detesta el ruido, el que camina como patito, el que se mira mil veces al espejo, el que abraza a sus amigos, el que da besitos con los labios juntitos, el que dice "Ay qué diver, qué boni te ves, estás regia, que lindo te queda ese pantalón, esa blusita te entalla divine", el medio rosquetito está a un paso de ser profundo.

El profundo es aquel que ya no tiene perdón de Dios, la escandalosa, la locaza, la desatada,
El profundo es aquel que vive la vida loca, la que camina ajustadito y que canta canciones de gloria trevi a cada rato. El profundo es el que se viste con pantalones talla 28 y entra como sea fajadito, aunque sea una bolita de grasa andante.

Como ven, la mariconada es un fenómeno que no tiene límites, es una compleja teoría que me he permitido esbozar en breves palabras, sobre el origen de el homo chivens, que es un animal, una fiera, una gata que te aruña y que aruña a la sociedad y que sufre la incomprensión de la mayoría de personas (mujeres sobre todo) porque no tienen acceso a una información de lo que realmente es un gay.
Mi vecino es maricón y yo no lo margino. Es más, en él me inspiré para iniciar este estudio casi científico, y entender que la mariconada es el pan nuestro de cada día que más vemos pero del que menos podemos dar cuenta, y cuidado, porque probablemente usted tenga muchos amigos así de esta especie y no lo haya advertido, es que están sueltos en plaza (o sueltas?) y en cualquier momento, cual vampiresas, iran por nosotros al ataque.
Cuidado.
He dicho.