jueves, 9 de julio de 2009

Brisa

Antes de conocer a Brisa, mi vida era triste. Y no triste porque estuviera con la sensación infinita de soledad, sino triste porque nunca pasaba nada nuevo. Antes de conocer a brisa, mi vida era monótona, era una especie de tabla de multiplicar, todo absoluto, nada relativo, todo establecido, rígido, vertical, casi militar, castrense, hasta que llegó ella.
Vamos a hablar claro (bueno,escribir), ¿a quién no le ha cambiado en algo la vida alguna persona que llega sin ser llamada, ni esperada? Piensen un poco, no se me hagan los suecos y díganme a quién no le ha pasado el triste pero real cuadro del eterno choteado, el huevas de la vida que hace de todo para conquistar a alguna chica y lo intenta todo, lo unico que le falta es ir al brujo, o chamán de cono, 10 luquitas la consulta, siéntate y dime, yo sé, tu marido te engaña, 5 soles más y una posión mágica incaica tumbaperras, y lo que necesitas es una limpia con ruda, valeriana, pastito de parque misio y hasta hojitas de no sé qué hierbas que mi vieja me da para curar las náuseas y esos problemitas estomacales que nunca faltan, y por 20 soles más te escupen descaradamente la cara mientras agitan unas maracas de negro salsero pastrulín y conchudazos le rezan al de arriba soltando un muy potente y curativo "te voy sacando todo lo malo, te voy metiendo todo lo bueno" y no sé qué más cosas ridículas. No me vengan pues. Pero bueno, vuelvo a la idea: El pobre muchacho se raja como nunca para conquistar a la muy insensible, que ni gracias dice por todos los esfuerzos, y cuando ya parece que cae, que va a aceptar la pregunta del millón (que dicho sea de paso, el imberbe la ha ensayado frente al espejo poco más de 3 meses) y ¿Quieres estar conmigo? (tanta huevada para tres palabras) y la muy infeliz le diga : "oye mira, tu eres lindo, pero yo te quiero como amigo, ¿sabes? vas a encontrar a alguien de hecho porque eres super lindo, aunque yo solo te veo como amigo, oh my!" y te desmoralizas y piensas ¿qué hago mal, por qué no se fijan en mí las personas que realmente quiero?
A mí me tocó. Brisa tenía la respuesta.

No sé por dónde empezar a describir a brisa, así que lo haré por la parte más fácil.
La conocí un día de marzo, mentiría si digo que recuerdo exactamente el día, y a decir verdad, lo primero que me llamó la atención de ella fue que estaba bieeen rica, no me vengan pues, que sean hombres, mujeres, o etcéteras (entiéndase por los indefinidos, ambiguos o como quieran llamarlos) lo primerito que ven es el físico, así que rapidito nomás me acerqué y todo canchero le dije con mi voz sexy de jhonny bravo "Hola nena!¿tú eres? y ella "Brisa...¿qué quieres?" y yo derrotado "Uy qué seriedad!" y ella con risita burlona, se fue.
Desde que la vi me pareció una mujer de lo más extraña, pero con algo que me llamaba la atención, y con esa risita del final, supe que no estaba tan descartado como creía.
Estábamos con un grupo de amigos en un bar, que a decir verdad, era bien feito, tan feito como la chica que atendía. Es que uno es objetivo, imparcial, al césare lo que es del césare (el tio empanada, saluditos!), en este noble arte de la rica literatura, uno puede ser de todo, menos mentiroso y mucho menos en un relato como este, o sea que reafirmo lo dicho, que la muchacha que atendía estaba bien feita, para qué.
El bar parecía cantina de obrero de la CGTP. Hasta el glorioso "Bar de Moe" está más decente. Las sillas estaban medio rotas, las mesas apolilladas y para colmo hubo peleas cada 5 minutos. Nosotros estuvimos al fondo, para que nadie nos perturbe, aunque era lo mismo, solo que otros no nos veían.

Bueno, como les decía, brisa estaba en la mesa del costado y fue una coincidencia haberla encontrado porque ella era amiga de uno de mis amigos, él fue el que me dijo "Mateo, se llama brisa, ya después te la presento". A mí me convencieron para ir al bar, ese día tenía que hacer varias cosas pero me insistieron y como siempre, no pude decir que no, felizmente fui, total, a uno le pasa lo mejor cuando menos se lo espera.
Brisa tenía los riquísimos 20 años de la vida, medía metro setenta, o algo así, una carita de ángeldemonio preciosa, ojitos miel, la naricita perfilada, el cabello super lacio y castaño, la boca de rojo escarlata, que le brillaba cuando se pasaba la lengua, toda sexy ella, era una provocadora en potencia. Y de cuerpo, ni qué decir, creo que ya dije que estaba rica no? bueno pues, no era flaquísima, pero tampoco regordeta como la mostrita que atendía el bar (que de cara era un espanto, y soy benevolente aún), sus pechos de jovencita de 20, bien formaditos, redonditos, yo sé, los vi, o los imaginé por el escote maldito que se puso ese día. Sigamos bajando, pillines, yo sé que quieren, la barriguita planita, que terminaba en unas caderas perfectas y con un traserito delicioso, redondito, sus piernas super masticables como chiclets y no sé si haya tenido algún defecto, pero en ese momento, estaba perfecta.
-Mateo, ven.
-Dime!
-Te voy a presentar a Brisa.
-Ya lo conosco...
-Cómo así brisa?
-De hace un ratito, por ahí...
-No pierdes tiempo tu, mateo.
-Ah! se llama mateo, bien, nombre de santito.
-Santito como el dueño
-Eso dices, ya veremos...
-Uy! mejor me voy, los dejo para que hablen...o quién sabe!

En realidad no hablamos mucho después, de frente hubo acción. Habíamos tomado mucho y brisa estaba empiladísima. Yo era vivo, pero ella era abusiva, así como la que atendía en el bar, que no era fea, sino abusiva...ustedes entienden, bueno ya, sigo. Brisa se acercó mas de la cuenta (y eso que la cuenta ya era bastante) y ahí mismito, en la mesita donde estabamos tomando, empezó el agarre de campeonato. Pero no fue un simple agarre pues, fue algo más...algo más excitante. Las lucecitas estaban bajas y los amigos bailaban. Nos paramos. Brisa metió su mano por debajo de mi pantalón, pero encima de mi boxer, así de una mientras me mordía los labios y yo le apretaba esos ricos pechos que tenía, yo estaba en mi gloria. Y caminando en esa situación, los dos malcriadazos, fuimos hacia el baño (pestilente baño de la chingana esa),que estaba oscurito y había un par de chicos en el urinario y del susto, del ruido que hicimos al entrar, se voltearon y entre las sombras, sin querer queriendo, les vi el pipilin, y probablemente brisa también lo haya hecho (contando las intimidades). Para ese momento, ella ya tenía sus manos abajo de mi boxer negrito (que dicen que es cábala, y me funcionó) las sacó y ahí mismito me sacó la correa Dolce & Gamarra (estaba medio misio pues) y yo pensaba en mi ebriedad "ay ya se me hace aguita a la boca por sentir tu boquita rica ahí abajo" y ella desabrochó el pantalón de drill con bolsillos a los costados, bien charlestone pe' varón, (ese si era quilcksilver, déjate de huevadas, porque uno tan misio tampoco es) y como quién no quiere la cosa, como hueveando me bajó el boxer y empezó la rica felación tan ansiada así rapidito nomás. Yo la jalaba, estaba empiladísimo, prendidazo, y ella lo disfrutaba, abría la boca y a veces me hacía doler porque mordía fuerte, qué estresante y placentero a la vez, hasta que de pronto escuchamos varias voces. Era un grupo de tipos inoportunos que entran sin tocar carajo, qué indignación, no se ponen a pensar en que puede haber personas adentro que estén disfrutando de lo único bueno que tiene ese bar, que es gilear y tirar en sus baños, en fin. Me indigné, atentan contra mi derecho a la diversión libre en los lugares públicos. Aunque Si yo fuera dueño de algun bar, privatizo los baños, porque claro, uno tiene necesidades que a la larga dónde terminan? en el baño. Y les pongo un percherito, y sillitas y espejitos, ay si yo fuera dueño de algo!

De la impresión brisa me mordió , se atoró y tosió, me dolió buenazo,yo subí mi pantalón y lejos de irse del roche, la muy chistosa me empujó hacia uno de los cuartitos donde están los inodoros, más conocidos en el argot popular como los ricos "waters" o "wateres" o para las clases altas "woothers" , cerró la puerta y me la cogió otra vez, porque del susto el muñeco se te pone alicaído, un poco triste y medio resfriado, y más aún que estamos en invierno, amigos lectores, hombres y etcéteras, ustedes entienden, y luego siguió la faena hasta que se levantó, malcriadaza y se sacó la correa, yo le sacaba el polo, le metí mas mano que a pasamano de combi, pero algo en mi ebriedad aún conciente, me detuvo: Los condones los tenía mi amigo, y ni modo que iba a salir con el colgajo afuera a decirle "oye fede, pásate los ponchos" enfrente de todos, y ni cojudo que fuera (porque estaba borracho, pero no cojudo) de tirar sin condón con alguien que recién conocía. Así que la detuve y le dije "No tengo condón" y ella de lo más tranquila (porque a brisa todo le daba igual) me dijo "ah ya, manya, yo tengo dos cajas en mi casa" Y yo en una "vamos pues, en mi carro" y ella "Te doy un premio si llegas así como estás, con el pipilín paradito hasta mi casa" y yo medio asado " No me vengas y termina lo que empezaste hace rato" y ella volvió a bajar y felizmente terminó, y yo también terminé con ella y nos fuimos.

Llegamos a su casa vivos, felizmente, porque en lima, manejar ebrio es un peligro, ya no hay seguridad para los conductores ebrios, no hay derecho, uno no sabe cuánta gente ebria irresponsable se puede encontrar que te chocan el carro y te manden en un dos por tres con san peter. Uy! hablando de san peter, les cuento pues, lo que pasó al llegar a su casa (a la casa de brisa, no a la casa de san peter, felizmente no morí) Antes aclarando que yo era un muchachito de 22 años, inocentón y decepcionado del amor y que ese día brisa me mostró de otro punto de vista el mundo.
Fuimos de frente a su cuarto, que era algo raro, parecía de hombre desordenado, y entonces se sienta, me besa y otra vez el rico torteo y las manos, y uno encima del otro hasta que me dice "Espera, voy a traer algo" y no podían ser los condones, porque los tenía en su mesita de noche, en eso se aparece con un paquetito chiquitito y con dos chelitas en lata y dos cocacolitas, y me dice "sírvete" y yo "What the fuck?" y en eso, desdobla el papelito, saca su DNI y se mete un tirazo delante mio, conchudaza me pregunta "Gustas?" y me dice luego "No jodas que tú nunca, si tienes una cara de pastelero bravísima" mientras se limpiaba la naricita perfiladita y yo " No alucina, no sé..." Y me tomaba la latita de cerveza que me había traído de una, hasta que me moví, me armé de valor y le dije "Pasa pa' acá" y como ya la había visto, tenía fresquita la técnica, no podía fallar. Chapé mi carnet universitario (Tenía que ser con eso para vivirla más y para el recuerdo, obvio) y slaaa como aspiradora, jalé todito y brisa "como pendejo no? pareces profesional" y obviamente me puse locazo, rojazo, hinchadito, se me volteó todo, sentí la rica euforia, puso un set de sassha en el CreamFields Buenos Aires y volamos un ratito, Gracias por malograrme brisa, gracias.

Después tiramos. O sea, el rico canchis canchis pues, porque de tiros de la rica coca ya estaba bueno, tampoco me quería poner más duro que poto de muñeca, no así no, jamás. Esa noche inventamos 20 poses (exagerando siempre) y nos acabamos toda la chela que había en su casa, tiramos mas de dos veces, tal vez tres o cuatro, al final la extrema ebriedad no me permite recordarlo.
Al otro día la empleada toca la puerta "Señorita brisa, las dos de la tarde, está ahí? y brisita malogradaza y rojaza " sí, en la compuuuu, más tarde como teooo" y yo pensaba (para mí que esta señito es la mamá de la chica que atiende el bar, se parecen bastante, y teodora todavía se llama, sí, de hecho es su vieja. Pero lo pensaba en sueños y de pronto otra vez la voz " Señorita, su tía valeria está abajo" y ella "Carajo Mateo, levantate y anda! saca tu carro pero ya!"y yo chinazo "diez minutitos más pues..." Y al final me tuve que levantar y salir por su ventana, mismo malabarista, tirar techo y bajar cual choro por los arbustos,y fácil que la hacía como raterito porque tenía una cara de préstame 50 que te devuelvo 20, ustedes entienden amiguitos. Pero antes me dio su número de clular y como sus papás estaban de viaje en Francia, sería más facil verla.
Así conocí a Brisa, así tiré por primera vez en un baño público y así jalé coca también por primera vez, entre muchas otras cosas que no hubiera hecho esa noche si no hubiera conocido a la rica brisa, la cual me pertenece, aunque a medias, porque la gran brisita tiene enamorado, y yo ni loco me enamoro, pero a ella le debo el haber conocido el mundo de otra forma y haber tenido el día más extasiante de mi vida, entre muchos otros con ella también, que después contaré.