lunes, 14 de diciembre de 2009

El ex de nadie

Estoy resignado a ser el ex de nadie. Y claro, no es que no haya tenido relaciones afectivas, o experiencias o sucesos amorosos, lo que pasa es que me he convertido en un ex fantasma, un ex de imaginación y de casi presencia nula. Es más, estoy seguro de que mis ex no recuerdan que yo estuve con ellas, que fui parte de ellas (al menos eso creía) y por supuesto no me tratarán como a un ex.
Me ha traido a reflexión todo esto gracias a una conversación que tuve con una entrañable amiga mía, que sabe definitivamente, ponerme a pensar.

-¿Tú crees que alguna vez alguien se llegue a olvidar de algún ex?
-Definitivamente pues, querido, las mujeres tenemos todo un ritual con los ex, no son cualquier cosa, incluso los que merecen el olvido perpetuo.
-Ah, no sabía eso, pensé que las mujeres olvidaban y punto.
-Discimulamos muy bien, es nuestra mejor táctica, mira niño, eso es como fingir un orgasmo, ningún hombre se da cuenta, piensan que todo está perfecto, pero a nosotras nos encanta pensar y autodestruirnos imaginando cosas, extrañando, etc, aunque eso solo lo sepa una mejor amiga y una misma, nadie más se puede enterar de nuestro real estado frente al ex que huyó o que ahuyentamos.
-O sea el pensar vendría a ser el orgasmo...
-Claro, es el arte de hacer creer al otro lo que uno quiere que crea, pero que jamás va a sentir (que no es lo mismo que mentir).
-Y entonces por qué me dices que sí se llegan a olvidar a los ex...
-Es que eso no nos dura toda la vida pues, hijito, por lo general, aunque las mujeres digamos que no, inconcientemente nos fijamos en alguien y nuestra cólera se consume ahí, es una especie de trueque emocional.
-Espera, espera, ¿me dices que necesitan de alguien para olvidar a un ex?
-En la vida todos, hombres y mujeres, siempre necesitamos de alguien para olvidar a otra persona.
-Eso es mentira.
-Es que tu eres hombre pues hijito, siempre ven las cosas distintas.
-Explícame entonces...
-Imagina que tu corazón es una manzana, y que cada relación afectiva que tengas, sea un mordisco, cuando pasa el tiempo las partes mordidas se tornan oscuras, medio marrones, ¿me sigues? entonces para que al final de tu vida no termines con una manzana más marrón que roja necesitas subsanar eso, no es que cuando llega una persona ocupa otro lugar en tu corazón, este solo tiene uno, y para curar el mordisco que dejó otra persona es necesario darle otra vez el color natural, eso te lo da una nueva persona sobre un mismo corazón, ya te he dicho, no es que este tenga mil diviciones y cada parte es para cada persona con la que se viva algo, el corazón es uno solo y soporta todo, se rompe, se pega, se raja, se daña, se descolora, se pinta, se cura, todo en un mismo lugar, así sanamos las mujeres nuestros problemas amorosos, obvio que con tiempo, con ese tiempo que ustedes no esperan.
-Mentira, porque las mujeres tampoco lo hacen, solo que fingen bien.
-En esta vida nadie puede estar solo, el problema es cuando alguien muerde mal la manzana.
-Pero tarde o temprano las mujeres terminan recordandolos, porque una cosa es recordar y otra extrañar o evocar...
-Tienes razón, nosotras recordamos más sin necesidad de extrañar, pero el hombre en el fondo extraña más, peor aún si de por medio ha habido tire.
-Jajaja, ¿tú crees?
-El hombre es un animal, ya lo dijo aristóteles.
-Un animal social, político, un zoom polìtikon.
-Un animal sexual, un zoom trogloditikòn.
-Hablas lo que te conviene...
-Te duele pues, o me vas a negar que los hombres lo que más extrañan de una ex es tirar. Si tira rico, mejor todavía, de eso hablan, que da buen sex, que se mueve así, que se dejaba hacer todo, que el salto del tigre, que se le caía el arete...
-Ya ya, como si las mujeres no pensaran en eso tampoco, sino que son más discretas.
-Tú lo has dicho, las mujeres sabemos hablar bien, cuando es necesario y sin escándalos.
-El problema conmigo es que de mí jamás hablan, ni para bien ni para mal...
-¿Tú como sabes?
-Mis ex me tratan como todo menos como un ex, a sus amigas y amigos jamás les dicen "el es mi ex" y probablemente hasta se hayan olvidado de que fui alguna vez parte de sus vidas y que mordí de sus manzanas.
-Tus ex prefieren verte ahora como amigo por tu manera de ser, supongo.
-Entonces he terminado siendo el ex de nadie, estuve con mil chicas pero ninguna recuerda que fui su ex, o al menos no me lo hacen saber, o sentir.
-Tú eres el ex perfecto, un chico que sepa manejar una situación y tener una relación cordial después de terminar con alguien, es un chico bueno, como sé que tú lo eres.
-Por hacer buenas obras no me voy a ganar el cielo.
-El cielo no es que una ex te reconosca y se acuerde de ti, piensa en mañana...
-¿Qué hay mañana?
-Algo tendrá que haber...siempre ocurren cosas.
-Son las cuatro de la madrugada, mañana es más tarde, es verano pero hace frío y me he puesto a pensar en qué demonios habrá mañana, si ahora no hay nada.
-No hay mejor sueño que el que se imagina y se atrae...¿Tienes un cigarro?
-Tengo un porro, ¿quieres?
-A ver, a que sabe uno a las cuatro de la mañana.
-Sabe a soledad, supongo, a esta hora es peor.
-Sabe a esperanza niño, piensa positivo, por cierto, ¿qué planes para año nuevo, perfecto ex?
-Nada, de campamento supongo, con los amigos de siempre, ¿y tú?
-Una reunión en casa de un amigo, algo pequeño pero divertido.
-Conocerás a muchos dioses griegos.
-Obviamente, año nuevo, vida nueva.
-Me río en tu cara si la pasas horrible...
-No creo, irá un ex, supongo que ahí me voy a entretener.

La miré fijamente un momento y nos quedamos así, sin decir nada, sentados en las sillas, ella fumandose mi porro y yo con un vaso de agua que parecía evaporarse y mezclarse con las olas que rompían en el mar, en silencio supuse que dentro de la filosofía de las mujeres (con las que he estado al menos) estoy condenado a ser el ex de nadie, y eso reafirma mi teoría de que la soledad no es una enfermedad terminal a nivel local, sino es un cáncer generalizado interno, del cual jamás nadie se da cuenta, al punto de que se da incluso en las memorias colectivas, al olvidar a quien algún día fue parte de su propia vida, es ahí cuando todo toma sentido y termino por entender la filosofía femenina, cosa a la que, creo nunca, entenderé.