sábado, 9 de octubre de 2010

Lucía

Mi amiga (en el sentido relativo de la palabra, porque es, probablemente, algo más o algo menos también) se ha quedado sin novio y yo buenamente, como el amigo tan fiel que soy, he rememorado algunos momentos importantes de nuestras vidas desde que tuve la felicidad de conocerla.

También tengo una lista de pedidos algo atrevidos para ella, algunos que han quedado en el tintero hace mucho tiempo y que quizás ella no los sepa y se entere por este medio (eso no quiere decir que mis pedidos van a ser cumplidos, en lo absoluto, aunque tengo una remota esperanza de que ello ocurra) que no es nada despreciable y que me parece una manera moderna de poner en claro algunos puntos que no nos atrevemos a decir cara a cara. Total, uno no todos los días se queda sin chico.

Pedí siempre conocer alguien como tú, gracias a Dios (mi Dios o tu Dios, ese que, según tú se hizo una paja y acabó en tu cara) estás aquí y existes, perra.

Pedí siempre no ser tan pudoroso para ciertas cosas y tener la concha suficiente para poder pedir otras, para ver el mundo desde la punta de mis huevos (en tu caso, ovarios traginados) y tú me lo enseñaste cuando fuimos a McDonalds y tragamos como cerdos con las cremas que se chorreaban entre nuestros dedos con toda la gente mirándonos.

Si tuviera mil vidas, gustoso no daría ni una por ti, porque no quiero que te mueras en esta puta vida, porque sin ti mi vida se va bien a la mierda.

Quiero que me des más conversaciones frente al mar, más sonrisas cómplices, más historias truculentas, esas que solo tú sabes contar y de las que me hago fan siempre, quiero que me cuentes lo último que te ha pasado y no dejar de saber de ti.

Quiero que me recojas como siempre en la universidad y rajar de las pendejitas y putitas que te hicieron daño o que involucraron en chismes a ti o a tus amigas (que también son mis amigas y con las que a veces suelo tener affairs, todos somos una familia cojonuda).

Quiero que sigamos hablando de sexo tal y como lo hicimos desde que nos hemos conocido, que me preguntes algunas cosas que te faltan descubrir, quiero preguntarte qué cosas sabes que yo aún no puedo hacer.

Quiero planear mil tonos más y por fin cumplir las promesas que dejamos un poco al aire:
-Algún día nos vamos a meter una borrachera increíble, ambos, y olvidar toda la mierda de este mundo.
-Esa borrachera implica drogas, yo no quería romperte, soy buen pata, sin embargo, ya probaste de esas lides así que tenemos una oportunidad del carajo para estrenarnos y disfrutar.
-Implica también una noche de pasión contenido desde hace tiempo, de misterio por saber cómo agarras, cómo tiras, cuán lejos estás dispuesta a llegar, con o sin tragos, en algún lugar extraño o loco, algo que no te resulte tan monótono como hasta hace algunos días.
-Escuchar música y quedarnos dormidos extasiados por todo lo anterior y al otro día salir a tomar un café como los buenos amigos que somos y que seremos el resto de lo que nos queda de vida (que espero que sea el mismo tiempo, porque sino estamos jodidos).

No quiero que vuelvas a sufrir más, me jode verte llorar, me jode saber que a veces mientes, que todo bien, que no pasa nada, es mentira, te conosco.

Que vivas al máximo tus experiencias porque tienes una habilidad demoníaca para plasmarlas sobre un papel (físico o virtual), que sigas escribiendo como lo haces porque eres infinitamente superior a mí, no exagero.

Te confieso que esa vez que quise hablar contigo, que estaba tan misterioso y que te dije para salir a conversar como siempre a Miraflores, fue para decirte que me gustabas (cosa que no te había dicho nunca en persona) y que ya que estabas soltera, deberíamos intentarlo porque haríamos una pareja de la puta madre.

No han cambiado mucho las cosas, eres mi amiga, pero la definición no queda sujeta solo a esas cinco letras, va mucho más allá, es más espiritual, más libre, más Woodstock. Eso es, lo nuestro es algo más Woodstock.

Me gustas, ¿te jode? , quiero estar contigo, ¿te sigue jodiendo?

Te juro que no estoy mintiendo, desde que te conocí lo he querido pero no me has dado la oportunidad.

No me hago dramas, lo nuestro es demasiado extraño y jodidamente genial como para hacer problemas, la única manera en la que no te tengo ahora es físicamente, por lo demás hemos llegado a un buen acuerdo.

Quisiera que te obsesiones y que me revientes el teléfono de llamadas, que me admires y que juegues a que me quieres así mal, que no tengas salida, después de todo juntos no somos tan malos.

Al menos me tranquiliza el verte feliz, y el contribuir a que seas más feliz, esa es mi verdadera felicidad, porque cuando hay amor de verdad, la mejor demostración es la libertad.

(A lo Woodstock pero sin tanta marihuana).

Quiero que si te caes, te vuelvas a levantar y que me consideres para ello. No quiero estar exento de tus lágrimas ni de lo que sientes por miedo, entre tú y yo hay un grado de confianza que es casi irrompible, infranqueable, lo sabes perfectamente.

Lo nuestro va más allá de las ataduras, de los celos enfermizos, de las peleas comunes de amigos, va mucho más allá, la vida me ha hecho entender que se puede ser feliz si encuentras a personas que piensen como tú y que sobre todo sean sinceras.

No estás bien del cerebro, eso me gusta.

Amo confiarte que me gusta tal o cual chica, que quieras a una y me digas "puta qué rica" o que odies a otra y me digas "Aj, chola de mierda, esa huevona es la reina de la sopa seca".

Vamos a tener tres hijos, no te olvides.

Quizás si no te llamaras Lucía nuestro feeling sería otro; hasta tu nombre va perfecto.

Hace tiempo, cuando volvíamos de miraflores en algún micro infame, tenía ganas de besarte. Las he aguantado ya bastante tiempo.

Vamos al Creamfields, sé que gozas con el alcohol y con un poquito de hierba y con la música electrónica reventandonos el cerebro, eres mi cómplice en esto y en muchas otras cosas más, gracias.

Vamos al Creamfields carajo.

Vamos a David Guetta.

Vamos el veintitres (ya sabes).

No dejes de ser mi cómplice, mi amiga, mi todo.

Fundámonos.

No sé si vas a estar pronto con otro novio o si vuelves con el mismo, es relativo, tu felicidad depende de ti, solo quería dejar constancia ante todo el mundo (si se puede considerar como "todo el mundo" a las cinco personas que leen mi blog) de que eres una de las mejores cosas que me han pasado en la vida y que no me imagino, no me hallo, no me encuentro si no estás.
Soy cursi pues, así me has conocido y también sabes de mis lados oscuros. Espero que jamás tengamos que separarnos y sabes que voy a estar siempre.

Y recuerda algo: por si algún día se te ocurre decirme que sí, no tengas la menor duda de que seré el hombre más feliz del mundo y que te haré la mujer más feliz del planeta, aunque tu sexto sentido no quiera muchas veces entenderlo.

Gracias por cada momento.

Posdata, te amo.

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