
La mañana del jueves 7 me desperté extrañamente sobreexaltado y lo primero que hice antes de prender el celular (cosa habitual que siempre hago antes de cualquier otra cosa aún en el letargo) fue pararme a prender la televisión. Hasta ahora imagino que una fuerza sobrenatural que conecta mi espíritu literario con mi otro yo tuvo que activarse ese día muy temprano.
Ya con la televisión encendida puesta en América Televisión, Federico Salazar y Verónica Linares daban una noticia que esperaba hace ya varios años: "Reiteramos entonces la información que ha llegado, Mario Vargas Llosa acaba de ganar el Premio Nobel de Literatura 2010". Fue lo primero que escuché inmediatamente después de que se proyectara la imagen sobre mi rostro con la luz tenue del amanecer.
Hice un sonido de asombro que despertó a mi mamá en el otro cuarto y la verdad es que no era para menos. Hace algunos años, cuando estaba todavía en el colegio, me preguntaba ¿por qué si a Gabo le dieron el nobel en 1982, a Vargas Llosa aún no le dieron uno si es que su obra era tan magnífica y más que un escritor era un intelectual?, mis respuestas fueron dadas aquel viernes que desde las primeras horas se tornó festivo.
Creo que es totalmente justo dedicar estas líneas en agradecimiento a uno de los escritores que más ha influenciado en mi manera de escribir desde que me animé, con valentía de torero, a hacerlo. Para escribir (o intentar hacerlo) hay que leer primero, y el noble hábito de la lectura en gran parte en mi vida la incentivó Vargas Llosa. Ese estilo distinto, las historias frescas, verosímiles que me mantenían horas frente a un libro han sido las principales razones para que me guste tanto la literatura y para que me anime a escribir en primer lugar lo que a mí me de la gana, sin miedo a lo que otros puedan pensar.
Eso ha sido en general Vargas Llosa desde su niñez. Él ha hecho lo que le ha dado su entera gana, incluso desafiando a la autoridad paternal, que pensaba que era un maricón porque no le gustaba practicar deportes y tenía una afición por la literatura. Mandó a la mierda el machismo de su padre e hizo lo que siempre le gustó, lo que le hacía inmensamente feliz, por eso ganó el nobel, qué rico, haciendo lo que ama, encontró su norte, descubrió su talento y tuvo su recompensa, gran recompensa.
Alguna vez me preguntaron ¿en qué época te hubiera gustado vivir? y yo respondí que en dos: a inicios de siglo o en los años 50. No hubiera vivido en otras épocas. Elegí estas dos por motivos claves y eminentemente literarios. La primera porque he leído mucho del Gabo, situarme en las calles de Cartagena de Indias (Colombia es un país que me parece increíble aunque no lo conosca) a principios de siglo, con carruajes y sombreros de copa, bastones al andar y el garbo y la elegancia de toda una época de intelectuales, de descubrimiento y de amor fino me parece fascinante, "El amor en los tiempos del cólera" me transportó a estas épocas, "Del amor y otros demonios" la reforzó, la movida de la política peruana y cómo se plasma en "Los señores" de Luis Alberto Sánchez me terminó de atrapar y llevar a aquel tiempo y de pensar en que pude estar ahí y que pude ser un genial escritor por la riqueza intelectual de la época.
Y la segunda parte ha sido también fundamental gracias a los libros de Vargas Llosa. La lima de mediados de siglo, casi desértica, segmentada, politizada, militarizada en adelante, el inicio de los conflictos por las migraciones, el inicio de la sociología en el Perú que se plasma perfectamente desde los ojos de un adolescente en "La ciudad y los perros", esas calles frías y aún sin carros, los burdeles, los bares, las prostitutas y los primeros amigos, las fiestas, los boleros, los valses, la literatura, los golpes de estado, todo el panorama social de Lima representado magníficamente en distintas obras a las que se suman "Conversación en la catedral" de una agudeza brillante, que solo una mente tan lúcida podría escribir y "Los cachorros" que así como tiene toques divertidos, también tiene un trasfondo de crítica muy acentuada, pero difícil al tacto.
Me detengo aquí porque tengo que hacer mención a mi novela favorita de las que he

Leer a Vargas Llosa es transportarse a otro mundo que está aquí, al rededor nuestro, es viajar a otra época y querer vivirla, muchos libros de él hay por mencionar, sus ensayos y obras de teatro, sus críticas y columnas en diarios, sus libros sobre realidad mundial, etc, es indudable que la literatura va más allá de las letras y toca las fibras más sensibles de la intelectualidad, de la libertad humana vista desde la palabra y de la desición, como la que él tomó a sus 22 años, querer dedicarse a escribir y no hacer más, porque eso lo hace feliz, y se va a morir feliz porque hace lo que sabe y para lo que nació.
Gracias maestro por escribir con el corazón y como se le da la gana, por contarnos sus historias personales sin pudores, por influir en mi forma de escribir y de ver la literatura, y acaso también de vivir, haciendo lo que realmente quiero y me gusta sin miedo a lo que los demás puedan decir. Bien merecido el Nobel que le han otorgado por su trayectoria y porque representa perfectamente al modelo nuevo de intelectualidad que hoy se está buscando, un modelo que no esté encasillado y que se exprese con total libertad, seguro de lo que se va a decir.
Gracias también por ser hincha del fútbol. Por ser crema. Por haber estado en la final del campeonato del 2009 en el palco presidencial del Estadio Monumental ante el clásico rival Alianza Lima. Gracias por haber gritado el gol de 'Ñol' Solano, por ser socio ilustre del Club de sus amores (y de mis amores también) y por siempre ponerlo de manifiesto, como en ese primer capítulo de "Travesuras de la niña mala", como en sus muchas declaraciones: "En lo que nunca he cambiado de manera de pensar es en mi apoyo a la 'U'. Soy hincha de universitario desde que tengo usa de razón. Soy hincha hasta la muerte"; o como es esta otra, donde describe uno de sus momentos más felices al lado de la crema "Nunca fui buen futbolista, pero mi entusiasmo compensaba mi falta de destreza, y uno de los días más felices de mi vida fue aquel domingo en el que 'Toto' Terry me llevó al nacional y me hizo jugar con los 'calichines' de Universitario contra los del Municipal. Salir a esa enorme cancha vistiendo el uniforme de los cremas ¿no era acaso lo mejor que podía pasarle a alguien en el mundo?", las palabras sobran después de leer esto.
Al igual que usted, don Mario, muchos sentimos lo mismo a ver la camiseta crema de la 'U', total, la literatura tampoco está exenta de las pasiones de multitudes, de los grandes deportes ni de los grandes equipos.
El Nobel de Literatura es suyo y está en la cumbre intelectual del mundo, el Perú lo reconoce ahora, aunque hace algunos años no lo haya hecho negándole la presidencia, yo no estuve y muchos de los que leen esto tampoco, pero sé que si hubiésemos estado no habríamos dudado en votar por el cambio, por la capacidad y la inteligencia, de todas formas y aunque nos sienta de pronto ingratos, la historia se encarga de devolverle todo lo que nos ha dado a lo largo de la historia junto a intelectuales también de talla como Javier Pérez de Cuéllar y Hernando de Soto, lo han puesto como el peruano más ilustre y representativo de esta generación. Se lo merece.
Esa mañana después de ver la noticia y de emocionarme por el premio, de seguir escuchando las noticias y de agradecer mentalmente el premio, fui a la universidad y en clase de Comunicación Turística celebramos con aplausos merecidos, todos los que hemos leído alguna vez a Mario y los que nos identificamos con su obra. El profesor Roberto Ochoa, uno de los editores del diario La República y profesor del curso, cerró con una frase genial: "Chicos, hay que celebrarlo más que nada porque al margen de que Vargas Llosa es un excelente escritor, el ha hecho en su vida lo que le ha dado la puta gana, y eso vale". Después del frenesí del momento, nos fuimos todos a chupar como se debe sabiendo que ese día el Perú estaba menos jodido que antes.
Que tengas larga vida, Marito. Gracias por tu obra infinita.
Lima, 10 de octubre del 2010.